DEBILIDADES-NUESTRO ANÁLISIS DAFO

Democracia: Subyugación crónica del poder judicial y poder legislativo al poder ejecutivo y una crónica filosofía política de postergación en lugar de enfrentar con verdaderas soluciones constitucionales, integradoras y ganar – ganar a los proyectos independentistas y rompedores del país como nación. Al mismo tiempo hacer una evaluación de los logros efectivos y carencias del sistema actual de autonomías para acometer los correctivos necesarios.

Un alto nivel de endeudamiento nacional: La deuda alcanza aproximadamente a un 120% de su PIB (es decir debemos más de lo que ingresamos con un esperado empeoramiento post Covid-19). Esto hace imperativo el uso eficiente de los fondos en las instituciones públicas (mayor transparencia, lucha efectiva para enfrentar la corrupción y la evasión fiscal) y programas de ayudas y subvencioes, ya que limita la capacidad de acción del estado (capital semilla para propuestas innovadoras entre otras necesidades).

Sistema educacional desfasado: Enfoque actual de formar a “trabajadores” (no emprendedores) y en profesiones con altas tasas de desempleos (mucha oferta de trabajadores, poca demanda empresarial) o con habilidades ya no requeridas por el mercado (mayor automatización de las operaciones) lo que hace que una vez las personas completan sus estudios pasen a engrosar las filas de desempleados al no existir suficiente oferta laboral para sus estudios académicos. Por otro lado, los “emprendedores” al no estar formados y financiados adecuadamente no ven las tendencias futuras concentrando sus esfuerzos en sectores con poca resiliencia, baja rentabilidad y/o saturados (poca probabilidad de éxito por la excesiva competencia, pocas barreras de entrada, servicios poco diferenciados e innovadores, etc. p.ej. bares, restaurantes entre otros).

Tejido empresarial mayoritariamente de pymes y microempresas: Estas no cuentan con un sólido sistema de apoyo financiero, tecnológico y de mercadeo que las aglutine por sector al estilo cooperativas por ej. y así tengan un verdadero músculo de impacto en el mercado y mayor resiliencia ante crisis sanitarias, financieras, climáticas. El 91 % aproximadamente de las sociedades «zombis» son microempresas. El poco apoyo financiero para las pymes y microempresas ha quedado al desnudo con las ayudas por el Covid-19 donde se ha dado los mayores montos de ayudas financieras a empresas grandes que ya tenían fuertes problemas previos (empresas zombis) o que podían acudir directamente a esquemas de financiamiento bancario o de fusiones, por la fortaleza de sus inversionistas pero que encontraron la opción cómoda de no arriesgar su capital sino que el riesgo lo asumiera «papa estado».

Ausencia de un sólido sistema de apoyo al emprendimiento: el emprendimiento ha sido usado como una vía para enmascarar el desempleo (autónomos con ingresos precarios).

Desigual desarrollo en las comunidades (transporte público, internet, servicio sanitario, etc.): Esto sumado al problema de la despoblación rural desaprovecha el enorme potencial de turismo ecológico –temático,  teletrabajo (cambio irruptor impuesto por el Covid-19) entre otros, postergando al mismo tiempo la urgente necesidad de un mejor equilibrio en la distribución territorial de la población.

Poca cultura de capital de riesgo: Este tipo de capital productivo y no especulativo (fondos buitres) es el único con músculo y visión a largo plazo para financiar proyectos novedosos pero que presentan un alto riesgo o con rendimientos a muy largo plazo. Esta cultura de capital de bajo riesgo hace poco probable sino imposible el nacimiento de empresas irruptoras como sucede en otros paises, por ejemplo en los Estados Unidos de América (Apple, Amazon, Google, Microsoft entre otras).

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